El contramarco o premarco

El contramarco es una moldura extra de aluminio ligada directamente a la albañilería, colocada antes del cerramiento propiamente dicho, que permite al constructor acabar el vano sin provocar daños (aplastamientos, rayas o manchas) al conjunto final.

Considerado de esta forma, la función básica del contramarco es proteger el cerramiento de los daños que podrían ser causados por las diversas actividades de la obra. Pero la función principal del contramarco es servir de matriz para el acabado del vano, lo que facilita el trabajo del albañil y posibilitar al armador de fabricar todos los cerramientos-tipo con las mismas dimensiones.

Sirve también como referencia interna y externa para los diversos revestimientos posibles de albañilería. Por esto, su correcto posicionamiento horizontal y vertical es fundamental para varias otras actividades en la obra. En definitiva, el contramarco propicia que, con pérdidas pequeñas, puedan ser introducidas alteraciones de medidas y acabados hasta el momento en que los cerramientos comenzasen a ser producidos, lo que puede acontecer meses después de la colocación del contramarco.

Para cumplir adecuadamente todas esas funciones, el contramarco debe ser fabricado e instalado de acuerdo con una serie de condiciones básicas:

• MANTENCIÓN DE LOS ÁNGULOS RECTOS (A ESCUADRA):
Si el contramarco no fuese fabricado e instalado en forma de rectángulo perfecto, el desempeño del conjunto final -en términos de sellado- puede ser perjudicado, principalmente en el caso de ventanas de correr fabricadas sin carros con regulación de altura, en los cuales aparecerán grietas o desalineación entre las hojas. La mantención de los ángulos rectos debe ser garantizada por la aplicación de «manos francesas» en las cuatro esquinas.

• RECTITUD DE LOS LADOS DEL RECTÁNGULO:
El eventual «embarrigamiento» o curvado de los lados del contramarco, tanto para afuera como para adentro, puede imposibilitar la colocación del cerramiento; la tolerancia admisible es del orden de 2 mm. La mantención de esta condición puede ser garantizada por la colocación de trabamientos verticales uniendo los lados superior e inferior del contramarco; cuando la tolerancia es excedida, podríamos tener que rehacer el vano o el cerramiento.

• MANTENCIÓN DEL CONJUNTO EN UN MISMO PLANO:
El contramarco es un conjunto muy flexible antes de ser unido a la albañilería; esta flexibilidad puede causar su torsión, lo que perjudicará la colocación del cerramiento y su desempeño, principalmente en el caso de las ventanas de proyectar. Esto se puede evitar colocando el plomo en la lateral del perfil del contramarco, conjuntamente con una regla horizontal garantizando de esa forma que no habrá torsión del cuadro.

Otro punto a ser destacado es la desalineación para el caso de edificios, con más de una ventana en la vertical; en este caso, se utiliza el plomo por el lado externo de la fachada obteniendo una alineación vertical, así como la plomada general del contramarco.

También se debe evitar la torcedura del perfil en sí. Evidentemente, el hecho de hacer el trabamiento del contramarco ayuda en este sentido; sin embargo, puede no ser suficiente: es bueno verificar la torsión del perfil, pues puede comprometer la colocación de la ventana y su sellado.

El armador o constructor interesados en la calidad y disminución del doble trabajo (re-trabajo) deben estar muy atentos a la fabricación y la colocación del contramarco. Por lo mismo, los profesionales involucrados deben estar muy bien entrenados.

Ventajas

• Contramarco extruido en aluminio no da problemas de corrosión.
• Ligación simple del cerramiento con tornillos aplicados por el lado interno.
• Regulación marco/remates.
• No hay necesidad de mecanizados en los marcos.

Desventajas

• En función de ser construidos con perfiles muy livianos, estos contramarcos son muy poco rígidos, lo que torna necesario más cuidados en la fabricación, manipulación, transporte, stock e instalación.
• La solución exige la utilización de masa de calafatear o silicona en los lados externo e interno, entre el contramarco y el marco, hecho por una cinta de espuma adhesiva para evitar la entrada de agua.

Sin embargo, el proceso evolutivo no para nunca. En los últimos años vienen fortaleciéndose los llamados cerramientos padronizados o estándar que elimina la necesidad de contramarco. La ventana es instalada lista, inclusive con vidrios colocados.

La idea surgió hace algunos años, pasó por perfeccionamientos y hoy está disponible para el consumidor final en las tiendas de materiales para la construcción, desarrollada para ser instalada sin premarco. Los cerramientos padronizados también tienen ventajas y desventajas.

Entre las ventajas destacamos:

• El costo es menor, una vez que se elimina el material y la mano de obra exigido por el contramarco.
• La colocación es más rápida, una vez que la ventana ya está lista, regulada y con vidrios.

Las desventajas son:

• En general las dimensiones son padronizadas, fijas.
• No son permitidos los errores durante la construcción.
• Los tipos de cerramientos disponibles aún son limitados.

Visión en el mundo

Hemos observado muchas construcciones en Europa, donde el raciocinio del proyecto es de colocar la ventana por el lado interno. En Japón y Estados Unidos prácticamente no se utiliza el elemento contramarco, pues las obras en general son prefabricadas y moduladas de manera de eliminar el premarco. Interesante es destacar países de América Latina, como Chile, que no utiliza en sus construcciones la figura del contramarco, pero que, sin embargo, por otro lado, exige al armador hacer en una misma fachada ventanas con medidas diferentes, perdiendo así productividad y en muchos casos quedando comprometido el antepecho de la ventana.

Producción del Contramarco

La producción es muy simple. En general se utiliza un perfil único en los cuatro lados, excepto en el caso de las puertas. Las conexiones son hechas a 45º, con la utilización de «macho y cuña». Hay necesidad de orificios ovoides, en la aleta del contramarco, o igualmente un diámetro que permita y compense la dilatación que el conjunto formado con el marco, después de la fijación exige, evitando así posteriores rasgaduras.

Las grampas deben ser colocadas inicialmente en los cantos y después de cada 500 mm, exactamente próximas al punto donde se dará la fijación del cerramiento. Posteriormente, se colocan las «manos francesas» y los trabamientos que garanticen la estabilidad del conjunto.

Para el transporte hasta la obra, es común amarrar un conjunto de contramarcos, obteniendo un paquete más rígido. En esta operación se deben evitar aplastamientos, tampoco hay necesidad de embalaje. Finalmente, podemos agregar que el contramarco también tiene, en algunos países, una función menos técnica, pero no por ello menos importante: la de liberar un estado de pago del valor total del contrato firmado entre el armador y la constructora.

Muchas constructoras en otros países, establecen la instalación del contramarco como una de las condiciones para la liberación de partes del funcionamiento.

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